Gracias al anuncio de una convocatoria que solicitaba la incorporación de pilotos de complemento, y aprovechando que había terminado sus estudios de Bachillerato, Luis Atienza no lo pensó dos veces y se presentó a las pruebas celebradas en Tablada.

Consiguió superar las pruebas sin dificultad y enseguida lo trasladaron a la Escuela de Pilotos de Jerez de la Frontera, donde estuvo formándose hasta 1950.

Una vez terminada su estancia en la ciudad gaditana, fue destinado a la Base Aérea de Tauima, en Marruecos. Allí aprendió a volar aviones, como el Chirri.

Posteriormente, estuvo en Morón de la Frontera, haciendo un curso de caza hasta que, nuevamente, regresó a la base de Tauima. Finalmente, en 1954, finaliza su etapa en el ejército, momentos, todos ellos, que recuerda con mucho cariño.