Tablada. La Aviación en Sevilla
La Dehesa de Tablada ha estado ligada al trepidar de los motores de los primeros aeroplanos desde el año 1910. El espíritu de aventura y emprendedor de los primeros pilotos de la aviación en Europa, aquellos “chalados con sus locos cacharros”, hicieron escala en nuestro campo de aviación. La Base Aérea de Tablada, fue inaugurada el 14 de abril de 1923 por SS.MM los Reyes de España D. Alfonso XIII y Dña. María Eugenia acompañado por el ministro de la guerra Niceto Alcalá Zamora.
Los inicios
En 1910, en el Hipódromo Municipal de Tablada se celebró el primer certamen aéreo deportivo de España, la “Semana de Aviación”, concurso entre cuatro monoplanos Bleriot XI y sus aviadores por la Copa de Sevilla que ganó el piloto Jan Olieslagers, “el demonio belga”.
Entre esa fecha y 1914, se sucedieron diversos festivales y la presencia en la ciudad de diversos aviadores, entre ellos el famoso Henri Tixier, que incluso llegó a residir en la ciudad, o Maurice Galtier, quien se hizo notable por sus vuelos acrobáticos —pegoudianos, se decía—sobre Tablada, en abril de 1914.
El sábado 14 de febrero de 1914, tomaba tierra en Tablada, procedente de Tetuán (África), el monoplano militar Nieuport VI no 6 pilotado por los capitanes de ingenieros Emilio Herrera y José Ortiz, tras atravesar por vez primera el Estrecho de Gibraltar y lanzar una Bandera española sobre la roca. Ese vuelo pionero remarcó la importancia de construir un aeródromo militar en Sevilla, empeño que lograría finalmente el coronel Vives Vich, fundador de la Aeronáutica Militar y la visión del Alcalde D. Carlos de la Lastra, que cedió, en diciembre de 1914, los terrenos municipales para la construcción de una Base Aérea en la capital hispalense.
Dentro del espíritu competitivo propio de la aviación, el capitán Delgado Brackenbury ofrece un trofeo al primer aviador que realice el vuelo Cuatro Vientos- Tablada o viceversa. El plazo para realizarlo: hasta el 26 de mayo del 1919. Al borde del plazo establecido por Brackenbury lo consiguen en el trayecto desde Madrid los capitanes Sousa, Fanjul, Subía y Sartorius llevando como observadores a Leopoldo Delgado, Azaola, Aymat y Claros. El citado vuelo desde Madrid se realizó en 2 horas 28 minutos y Fanjul, con biplano Barrón.
La base áerea
La Base Aérea de Tablada fue proyectada por el capitán de ingenieros Antonio Rodríguez Martín, siendo inaugurada oficialmente el 14 de abril de 1923, por SS.MM. los Reyes D. Alfonso XIII y Dña. Victoria Eugenia. El monarca llegó en vuelo desde Madrid, a bordo de un bimotor Farman Goliath. La ceremonia, a la que asistió numerosísimo público, contó con fiesta aérea y la presencia en vuelo de las Escuadrillas de Larache, Madrid, Tetuán y los cazas de Melilla, uno de los cuales se accidentó, quedando ileso su piloto.
También comenzó sus actividades el Parque Regional del Sur, actual Maestranza Aérea, dando servicio y remotorizando a los Breguet XIV, las primeras actividades industriales aeronáuticas realizadas en Andalucía.
Aeropuerto
El 15 de octubre de 1921, desde la sevillana Dehesa de Tablada, cuna de la Aviación en Andalucía, despegó el primer vuelo regular comercial de España, la línea Sevilla-Larache de la compañía Española de Tráfico Aéreo, (CETA), de concesión estatal. Sus servicios de correos y pasajeros se prolongarían sin Interrupción práctica hasta 1926, sustituida entonces por la Sevilla-Tetuán- Larache, que explotaría CLASSA, el conglomerado de empresas aéreas comerciales impuesto por el Gobierno de Primo de Rivera.
Tablada, como Aeropuerto Municipal de Sevilla, fue, hasta prácticamente los años cincuenta del pasado siglo, base de las líneas de diversas compañías aéreas — Unión Aérea Española, la incipiente Iberia, CLASSA luego y posteriormente LAPE, Líneas Aéreas Postales Españolas— que enlazaban la capital hispalense con Madrid, Lisboa, Granada, Barcelona, Cabo Juby y Tenerife, entre otros destinos, con un tráfico bastante intenso para la época.
En los años treinta, la Luft Hansa alemana haría escala en Tablada en sus vuelos regulares hacia América y, durante la Guerra Civil, también tocaría en la base sevillana el tráfico de la compañía italiana Ala Littoria.
Grandes vuelos
La Base Aérea se convertiría en punto de partida para algunos de los más famosos vuelos de raid de la Aviación Militar Española, como los del célebre Breguet XIX GR “Jesús del Gran Poder” a Irak y a América del Sur. Sus tripulantes, los Capitanes Jiménez e Iglesias, volaron en 1929 desde Sevilla hasta Bahía (Brasil) recorriendo 6.746 km. en un vuelo sin escalas de 43 horas y 50 minutos.
Memorables fueron también los vuelos de récord del Cap. Rodríguez y el Tte. De Haya en 1930 batiendo marcas mundiales de circuito cerrado en su categoría sin salir de Andalucía. Al año siguiente, estos aviadores con el avión Breguet XIX TR numerado “71”, volaron sin escalas desde Sevilla a Bata (Guinea) donde arribaron tras 27 horas y 11 minutos de vuelo y cubrir una distancia de 4.312 km. sobre inhóspitas tierras africanas.
Por fin, en 1933, el malogrado vuelo del “Cuatrovientos”, esta vez un Breguet XIX TF (GR) “Súper Bidón”, modificado por los ingenieros de CASA en Getafe (Madrid) que, partiendo de Tablada, atravesó el Atlántico Sur hasta llegar a Camagüey (Cuba) en 39 horas y 55 minutos recorriendo 7.000 km. sin más ayudas a la navegación que la observación de los astros.
El Cuatrovientos desaparecería con sus tripulantes, el Cap. Barberán y el Tte. Collar, en la fase más aparentemente fácil del periplo, en la ruta desde La Habana a la capital de México.
La guerra
El estallido de la Guerra Civil dejó la Base Aérea de Tablada en manos de los sublevados desde el principio, convirtiéndose en la llave para realizar el puente aéreo del Ejército de África a la península. Hecho que demostraría la importancia estratégica para los primeros movimientos de tropas.
Tablada verá el inicio de la creación de la Aviación Legionaria italiana con la llegada de aviones modernos como los cazas Fiat CR-32 y los bombarderos Savoia S- 81. Más tarde llegarían otros como los de asalto Romeo
Ro-31, los avanzadísimos trimotores de bombardeo Savoia S-79 y los monoplanos Fiat G-50. También llegarían a la base sevillana los primeros aparatos alemanes, trimotores de transporte-bombardeo Junkers Ju-52/3m y cazas Heinkel He-51. Desde Sevilla entraron en combate por vez pri- mera aviones tan secretos entonces como los prototipos del Messerschmitt Bf 109 y el luego famosísimo Junkers Ju-87 “Stuka”.
No fueron los únicos, por T ablada pasaron los bombarderos en picado Henschel Hs-123 “Angelitos”, los Heinkel He-70 “Rayo” (que ya habían venido antes como aviones de línea de Luft Hansa), los veloces y modernísimos Heinkel He- 111, y un largo etcétera.
Al desplazarse los frentes, Tablada y, en especial su Parque Regional Sur, la hoy Maestranza Aérea de Sevilla, se convirtió en la mayor factoría de la Aviación Nacional. En ella, se repararían, modificarían, incluso se re fabricarían en algunos casos y se pondrían en vuelo innumerables aviones de todo tipo, incluidos los capturados de la Aviación Republicana.
Esplendor
En la dura postguerra, la Base Aérea de Tablada pasó a ser la cabecera de la Segunda Región Aérea o Región Aérea del Estrecho y sus unidades, equipadas con material superviviente del conflicto como los Savoia 79 y los Fiat CR-32, y también el de los vencidos, como el monoplano soviético Polikarpov I-16 “Mosca”, permanecieron como parte importante de la columna vertebral del recién creado Ejército del Aire en 1939 hasta bien entrados los años cincuenta.
A este material se incorporarían después los producidos por la industria sevillana, creada durante la guerra a pesar de las enormes dificultades de todo tipo.
Tablada sería el lugar de nacimiento del Hispano-Suiza HS-42, el primer avión diseñado y construido por completo en Sevilla, y del Me-109J, versión con motor Hispano del célebre caza alemán, que luego daría lugar a los famosísimos C-4K, los HA- 1112M “Buchón” de la trianera Hispano Aviación.
Construcciones Aeronáuticas S.A (CASA), desde la inmediata factoría levantada en los años cuarenta, inundaría la dehesa con sus “Pedro”, los bimotores C-2111 o B.2I, versión del inmortal Heinkel He-111 alemán. Fueron años de expansión, en los que algunas unidades como el Ala no 7, tuvieron que trasladarse a la cercana base de El Copero, en Dos Hermanas (Sevilla).
En el Cine
A finales de 1967 el séptimo arte fijo su objetivo en la base hispalense. Por este motivo, la Maestranza Aérea inició una inusual y casi frenética actividad rescatando de la chatarra viejas aeronaves que debían de participar en los rodajes. Así, una treintena de aviones tales como los C-4J y C- 4K, los “Messers” fabricados en Triana, volvieron a ponerse en vuelo como nuevos, aunque con las insignias y colores de la Luftwaffe alemana de la Segunda Guerra Mundial.
El rodaje de la superproducción británica “La Batalla de Inglaterra” atronará de nuevo los cielos de la base, “situada” por mor del arte cinematográfico en el norte de Francia. Así, con el rugido de los motores Rolls- Royce Merlin de estos veteranos del Escuadrón 71, del Ala no 7 y finalmente del Ala no 47, y el de los “Pedros” del Ala no 27 de Málaga, que retornaban momentáneamente, disfrazados, a la base aérea hispalense que habían abandonado en 1963.
Un solitario Spitfire les acompañó en las escenas rodadas en Andalucía, pero el grueso de las mismas se rodó en cielos británicos. Gracias a esta película, hoy sobreviven en todo el mundo algunos de aquellos aviones sevillanos.
Aunque no de forma tan principal, por Tablada también pasaron, veinte años después, los aviones que participaron en la película El Imperio del Sol, rodada en Trebujena (Cádiz). Sería la primera y única vez que los P-51 “Mustang”, los “cadillac del cielo”, nos visitaran.
Adiós al aérodromo
Aunque en 1965 Tablada pasa de base aérea a aeródromo militar, debido a la falta de unidades de vuelo asentadas en sus instalaciones. En 1970 experimenta un resurgir como Cuartel General del Mando Aéreo Táctico. El aeródromo creció en actividad con nuevas unidades como el Grupo de Control Aéreo y la Escuela de Apoyo Aéreo, quedando limitadas las de vuelo a las 402 y 407 Escuadrillas, dotadas de aviones ligeros, Cessna L.12 (L- 19/O-1E) y CASA C-127 —la popular “Dornier”.
El cese de las actividades aéreas en 1990 del entonces Aeródromo de Tablada, se debió a las grandes infraestructuras por la EXPO 92, al quedar separadas por la autovía SE-30 el campo de vuelo y las instalaciones del aeródromo.
El 31 de marzo de 1990, se llevó a cabo el último vuelo en Tablada, por una Dornier DO-27 de la 407 Escuadrilla. Un emotivo festival clausuraría Tablada como terreno de vuelo el 31 de marzo de 1990. Hasta los aviones que habían quedado como testigos de los días de esplendor, un “Saeta”, un “Buchón” y un “Pedro”, todos ellos sevillanísimos, “despegaron” para su último “vuelo”.
En el año 2004 se desactivaría el Mando Aéreo del Estrecho (MAEST), tomando su relevo el Acuartelamiento Aéreo de Tablada, donde en la actualidad trabajan más de 1.300 personas de 13 diferentes unidades.